Presentación

Hace doce años largos que nuestro Presidente de la Junta de Castilla y León Juan Vicente Herrera inauguró este Museo acompañado del Presidente de la Diputación José Antonio Diez, el alcalde de Boñar y el Rector de la Universidad de León Ángel Penas, así como numerosas autoridades de la provincia. Es de destacar la labor de Julio González, alcalde de Valdepiélago entonces diputado de turismo que fue el gran impulsor de este proyecto.

En estos años han pasado unos seiscientos mil visitantes y entre ellos más de doscientos mil niños acompañados de sus padres o profesores.

Se ha ido dotando continuamente de nuevas especies de animales y de salas científicas como la de Anatomía de animales terrestres para que cada día sea más importante desde el punto de vista cultural y docente. Así hemos conseguido que el Museo de la Fauna Salvaje sea considerado uno de los mejores del mundo ya que poseemos prácticamente todas las especies del planeta.

Es de destacar la colaboración de CZULE de la Universidad de León que mediante microchip introducidos en la piel del animal han sido perfectamente catalogados y clasificados.

Hemos sido galardonados con numerosos premios nacionales e internacionales, y seguimos luchando para seguir avanzando contando con el equipo y colaboradores adecuados.

Este Museo cuenta además de los dioramas expositivos con biblioteca, aula, sala de audiovisuales, tienda y así como un gran museo entomológico.

Este álbum-catalogo de todas las veinticinco salas con sus dioramas correspondientes y ordenados por continentes pretende hacer recordar a nuestros visitantes lo que han visto y las fotos hablan por sí solas reflejando fielmente el hábitat con el que hemos rodeado a nuestros animales naturalizados por los mejores taxidermistas del mundo (Rabito, Morales, Garoz, Varela, etc.)

El Museo como ilustra la portada está enclavado en un brazo del gran pantano del Río Porma en Valdehuesa-Boñar (León) rodeado de robledales y hayedos y grandes montañas calizas.

eduardo1 En las cuatro estaciones de año debido a la climatología está siempre verde. La primavera es exuberante en vegetación. En el otoño los colores ocre-amarillo-rojizo de las diferentes hojas de los árboles se combinan de tal forma que hacen crear un panorama como decíamos antes paradisiaco. Se pasa el invierno con nieves constantes primero en las cumbres y más tarde casi cubiertas con nevadas muy abundantes.

Viven a nuestro alrededor manadas de rebecos, corzos, jabalíes y ciervos. Oímos constantemente aullidos de lobo que contestan a los que tenemos en cautividad para conocimiento de los visitantes. Y en esta zona perviven todavía perdices pardillas, urogallos y osos.

Tenemos en el exterior flanqueando el paso más de veinte esculturas de bronce en tamaño natural de los mejores escultores españoles e italianos que hacen que ya antes de entrar en el Museo pueda admirarse un museo de arte faunístico.

Durante los más de cincuenta años que llevo viajando por los rincones más inhóspitos del mundo he tenido la enorme fortuna de conocer y compartir experiencias con las más diversas y variopintas culturas que pueblan nuestro bello planeta.

eduardo3 Desde el inicio, siempre tuve la inquietud de mostrar tanto la colección de animales naturalizados como los distintos objetos y obras de arte relacionados con la naturaleza y adquiridos a lo largo de este tiempo con el ánimo de que la sociedad pudiera disfrutar y compartir conmigo el verdadero amor por la naturaleza.

La realización de este proyecto constituyó una labor titánica que pudo salir adelante gracias a la colaboración desinteresada de personas y entidades de diversa índole. Es imprescindible destacar a la Junta de Castilla y León, la Excelentísima Diputación Provincial de León, el Ayuntamiento de Boñar, la Confederación hidrográfica del Duero, la Universidad de León y a tantas y tantas personas anónimas que con su esfuerzo y sus ánimos ayudaron a levantar piedra a piedra esta hermosa utopía.

eduardo2 La sonrisa del adulto y el contenido grito de sorpresa de los niños que visitan este Museo de la Fauna Salvaje constituyen la mejor recompensa para mí y es la prueba ineludible de que el trabajo realizado ha merecido la pena.

Eduardo Romero Nieto
Presidente de la Fundación Dr. Romero Nieto
y del Museo de la Fauna Salvaje

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